Testimonio.

¡Hola!

A continuación te traigo el testimonio de vida de una maravillosa mujer que ha sido, durante muchos años, víctima de maltrato psicológico. Aprovecho este post para decir algo obvio pero de obligado recordatorio:

1. Las estadísticas esconden auténticas historias de terror.
2. Estas historias son por seres humanos. No son números. Son personas. Mujeres maravillosas que son machacadas.
3. Mujeres que son madres, hijas, hermanas, amigas y vecinas. A las que debemos acompañar, proteger y consolar.
   

Te dejo con la historia que, valientemente, ella comparte hoy contigo:

“Me acuerdo de la tarde en que, contándole la historia de mi vida, Cati me mencionó el tema del maltrato psicológico… Por desgracia vemos casi a diario casos de maltrato en prensa y televisión pero siempre los vemos de una forma lejana, como si nunca nos pudieran pasar a nosotros…

Con la ayuda de una serie de preguntas, y a medida que iba dando las respuestas, se me fue cayendo la venda de los ojos y fui dándome cuenta de que la realidad en que se había convertido mi vida no era precisamente una relación de pareja sana… sino todo lo contrario.

Os cuento a continuación mi historia por si sirve de ayuda a alguien que esté viviendo algo parecido:

Nosotros empezamos como novios a los 16 años, mi primer amor. En algún punto, durante los 26 años que estuvimos juntos, el equilibrio que debe existir en todas las relaciones se rompió y su ego empezó a crecer de forma desmesurada. Él debía ser siempre el centro de atención y siempre se le tenía que dar la razón en todo. Él se creía más listo, en público no paraba de repetir todo lo que hacía mejor que yo, me hacía dudar de cosas que me había dicho anteriormente…

Todo empeoró cuando nacieron nuestros dos hijos, ya que no era el único centro de mi atención. En lugar de asumir su rol como padre empezó a competir con ellos. Por este motivo, al sentirse poco atendido, empezó a buscar actividades fuera de casa y a estar en modo ‘stand-by’ cuando compartía tiempo con nosotros.

Pero la gota que colmó el vaso fue el descubrir que de forma recurrente acudía a redes sociales para contactar con otras mujeres, para que le dijeran lo maravilloso que era y huir de su realidad.

Viví todos estos años de mentiras y humillaciones en silencio, por vergüenza, por miedo a estar sola, por evitar que mis hijos tuvieran que vivir una separación…

Durante todo este tiempo perdí mi voz y mi autoestima, hasta que hace 8 meses (tras descubrir su última mentira) me planté, me dije a mí misma que no merecía que me quisieran de este modo y que otro tipo de vida era posible para mí y para mis hijos.

A día de hoy, tras 7 meses de terapia, a nivel emocional tengo unas alas nuevas que me permiten ilusionarme con una nueva vida, con nuevos recuerdos y aventuras junto a mis hijos. He recuperado mi voz y he aprendido que me gusta decir ‘basta’ y le diré ‘basta’ todas las veces que él decida pasar ese límite que no le corresponde.

Legalmente todavía no soy libre pero tengo la fuerza y la paciencia suficiente para esperar por mi libertad. Le está costando mucho perder el control de lo que creía que era suyo pero algún día descubrirá que las personas no somos posesiones y los sentimientos de las personas no nacen por imposición. Ese día al fin seré libre y mis hijos habrán aprendido la mejor lección de su vida.

Gracias Cati, por abrirme los ojos y por darme las armas para luchar y el coraje para ser valiente en cada batalla!!“