Dejando de lado la etiqueta

Soy el resultado de todas las cosas que he heredado y aprendido.

De las manías y gustos de mis padres y profesores. De unas amistades elegidas con cuidado.

 

De las cicatrices y de las huellas que me han dejado.

Las primeras toman café con mis fantasmas. Las segundas hablan de personas increíbles que me han dado más de lo que puedo agradecer.

 

De los libros que he leído. De gastarme todo el dinero en conocer nuevos sitios, culturas, idiomas…

De cambiar mucho para no dejar nunca de ser yo misma.

 

De mis malas decisiones. De todas las decepciones que he y me han.

Del daño que he causado. De las dificultades. De los no.

 

De cuanto me ilusionan las cosas, de mi entrega absoluta a todo cuanto hago.

El resultado de conocerme bien, gestionarme y no tender a la rendición.

 

De las veces que me han hecho sentir que no era suficiente.

De aceptarme a pesar de ello. De serlo (suficiente). De cada error. De cada acierto.

 

De los adiós que dije demasiado tarde o muy pronto.

De mi familia humanoperruna y del faro que ha dado luz. De todos los perdones que dije, digo y diré.

De haber dejado de compararme siempre a la baja.

 

 

En definitiva humana, como todos.

Etiquetarnos, criticarnos, juzgarnos a nosotros mismos es limitante.

Hacerlo con otro es simplificar demasiado ¿No crees?

 

Y tú, ¿Quién eres?

 

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