Estrés.

No sé muy bien por qué hoy estoy pensando en un señor que en medio de un tornado buscaba sus chanclas en la piscina.

Quizás será más fácil con una introducción. En 2007, estaba trabajando en una de las piscinas grandes de Palma y la tardé empezó a ponerse de color amarillo ocre, luego verde oliva y, después, marrón. Explotaron los cristales, se levantó el techo como si de una lata de sardinas se tratara y las cientos de personas que estábamos allí nos escondimos como pudimos en cuestión de segundos. Todos menos uno.

Este señor, cuando por fin salió del agua, empezó a buscar sus chanclas que habían volado unos cuantos metros desde donde las había dejado. Cuando las encontró, se las puso y con una calma estratosférica y digna de estudio, cruzó de nuevo la piscina y se fue a duchar.

Que estuvieran volando cristales, que nos estuviese cayendo un techo venenoso a cachos, que no funcionaran ni siquiera las luces de emergencia y que entrara una señal de tráfico por uno de los agujeros del techo… ya tal.

He pensado muchas veces si ese señor existió de verdad o fue producto de mi mente en un momento de semejante estrés.

Podría ser, nuestra mente tiene por costumbre engañarnos. Vemos la vida desde lo que somos y tal como nos encontramos en este momento. Tomamos decisiones, generamos recuerdos y prestamos atención basándonos entre otras cosas en la emocionalidad del momento.

Definiciones y conceptos:

Según Lazarus y Folkman, el estrés es una situación de desequilibrio entre las exigencias y los recursos que tenemos. También ocurre cuando creemos que nuestras capacidades para afrontar algo son inferiores a las exigencias de la situación-problema.

La forma en la que lo vives depende de:

  1. Qué lo desencadena: no es lo mismo tener un examen que encontrarte en medio de un incendio, por ejemplo.
  2. Evaluación que haces ante esta situación.
  3. Cómo afrontas (coping) la situación de estrés.
  4. Factores de personalidad.

¿Qué es esto del coping exactamente?

Es una forma consciente de reaccionar psicológicamente ante el estrés y su objetivo es la superación de este estado y el restablecimiento del equilibrio del organismo. Lo consigue suprimiendo la fuente generadora de estrés y/o reduciendo el malestar subjetivo que esta provoca.

Hay muchas formas de afrontar el estrés pero solamente dos de ellas son sanas:

  1. Afrontamiento centrado en solucionar el problema.
  2. Afrontamiento centrado en validar las emociones que se generan ante la situación de estrés.

Solucionando el problema:

  1. Describe lo que ocurre de forma operativa y lo más objetiva posible. Déjalo reposar hasta que lo consigas. Mi ejemplo: este tornado nos va a dejar durante muchos meses sin trabajo.
  2. Haz una tormenta de ideas con todas las posibles soluciones que le encuentras a la situación estresante. Mi ejemplo: buscar trabajo en otro lado, dedicarme a estudiar, cambiar de trabajo, recoger bártulos e irme a vivir a Bali.
  3. Elige una de las posibles soluciones. Para ello usa la estrategia de ver costes-beneficios cual de todas te sale más rentable. Mi ejemplo (otra vez): la más atractiva sin duda alguna empezaba por Ba y acababa por li, pero claro, no se pudo, así que me decidí a buscar trabajo en otra piscina.
  4. Poner en marcha la estrategia elegia. Para mi fue trabajar en otra piscina y conocer gente nueva y nueva empresa.
  5. Evaluación de la estrategia elegida. En mi caso: tuve trabajo, pude ingresar dinero, seguir estudiando y viajando.

Validando emociones:

  1. Observar cómo te sientes sin juzgarte por ninguna de tus emociones.
  2. Tratar de no perderte en tu discurso mental.
  3. Para ello pondrás toda tu atención en la respiración o el cuerpo. Aquí y ahora. Sea lo que sea que pasa aquí y ahora esto es de lo único que realmente te puedes ocupar.
  4. Aparcar tus exigencias.
  5. Conectar con tus necesidades y emociones.
  6. Darte un tiempo para tomar distancia y coger perspectiva.
  7. Rodearte de todas las personas que te hacen bien, buscando su apoyo y su abrazo.
  8. Abrazar no es que te digan cómo te tienes que sentir o lo que tienes que hacer. Los consejos solo si así lo quieres.
  9. Tratarte con respeto es primordial. No, no eres imbécil, ni lo haces aposta, ni siempre estás igual. Y si todo lo anterior fuera cierto, ¿es ahora el momento de recordártelo?
  10. Darte amor y cariño, de la misma forma que se lo darías a cualquier persona a la que quieres.

Espero que te sirva.

Ah, el señor no fue producto de mi imaginación ni del sufrimiento del momento. Estaba allí e hizo lo que te he contado (y más) para desquicie de todxs los que estábamos trabajando.

Me despido no sin antes desear que tengas salud, que seas feliz y que te vaya bien en la vida.

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