Querida Silvia

Seré breve ya que lo que sigue es tan maravilloso que tengo poco que añadir.

En las ocasiones que la autocrítica, el desprecio e incluso la negligencia forman parte de la vida de mis pacientes les pido un ejercicio para reconectar y reconciliarse con su niña interior.

Silvia me emocionó con la suya y muy generosamente me la ha prestado para todas las personas que queráis leer este acto de AMOR precioso. Gracias cariño, por ser y estar. Aquí la tenéis:

Querida Silvia,
Me ha costado varias horas de muchos días decidirme a hacerte esto. No sé bien cómo empezar a escribir todo lo que tengo dentro así que voy a alejarme de la idea de hacerlo cordial y bonito y lo haré sencillamente como siento, que aunque tú aun no te has dado cuenta es así como lo haces exactamente todo.
Cuando te miro a los ojos, analizo tu sonrisa, tu expresión, veo tus zapatos y dónde estás sentada querría, por mil razones, volar a tu lado… Ojalá la ciencia avanzara tanto, o tantas teorías sobre que la vida es un ciclo, que todo vuelve, que nos reencarnamos y demás fueran ciertas solo para que me regalaran unas horas contigo. Y ahora que tengo la oportunidad de estar sentada frente a ti, ni siquiera sé si las aprovecharía como te mereces.
Querría decirte tantas cosas, besarte, olerte, protegerte, advertirte, guiarte, hacerte aprender… pero claro, jajaja, tú sabes escuchar muy bien, sabes entender muy bien, sabes procesar muy bien, pero luego harías lo que te diera la gana, así que quizás me pasaría todo el rato simplemente abrazándote.

Quiero pedirte perdón, porque en alguna parte de este camino, a veces complicado, pero maravilloso me he olvidado de ti. He olvidado tu fragilidad, he olvidado cuánto mereces que alguien te entienda y te acompañe y he olvidado que ese alguien, sobre todo y sobre todos debía ser yo.

Cuánto esfuerzo nos cuesta a los mayores protegeros, y qué difícil es si ninguno de vosotros venís con manual de instrucciones. Estoy segura que todo tu alrededor se está esforzando al 200% pero, amor, cada uno libra sus propias batallas, y, en ocasiones, aunque tú quisieras que fuera así, no serás el centro. Creerás en tu potencial para cambiar el mundo, serás una listilla, dejarás a muchas personas boquiabiertas con tu genial personalidad y falta de filtros, pero no vas a ser invencible, van a hacerte daño, porque forma parte del proceso de convertirte en quien hoy soy, y quisiera poder evitarte cosas… sí, sé que ahora te vienen a la cabeza frases de niñatos que acaban de descargarse Messenger (ya sabrás lo qué es) rollo: no cambiaría nada de mi pasado porque me ha convertido en quien soy bla, bla, bla… Escucha. Ojalá no nos hubiéramos equivocado tanto, ni tan fuerte.


Yo soy el resultado de todo lo que eres y piensas hoy, soy el resultado de que tiendas a la perfección por creer que necesitas serlo para llamar la atención de nadie, y nadie hoy son papá y mamá, mañana será la profesora Mari Carmen, un tal Javier que es un gilipollas, y al final será esa desconocida del supermercado que crees que te juzga porque no te decides por pavo normal o pavo sin sal, un señor mayor que conduce a tu lado y ha coincidido contigo en un semáforo y sientes que te juzgará por tu música, o por el volumen, o por tus gestos al conducir, o a lo peor solo porque eres una mujer conduciendo…

Silvia eres brillante, eres perfecta, eres preciosa, y eres especial. Por favor repítete esto constantemente, sin llegar a la soberbia ni a la prepotencia. Escucha SIEMPRE lo que la gente quiere decirte de ti pero no creas todo lo que te dicen. Esto de ahora te lo enseñará Jorge Bucay en una conferencia de youtube; para vernos el físico las personas necesitamos SIEMPRE un espejo que refleje cómo somos, de igual forma que necesitamos el feedback de las personas para saber cómo nos ven, existen espejos rotos y existen personas rotas.
Habrá gente que te juzgará injustamente, que te etiquetará, que no te perdonará, que dirá de ti que eres esto o aquello, pero tú ten claro siempre quién eres y cómo eres. Eres una buena persona y sé que vas a hacerlo bien en la vida, pero eso no significa que tengas que exigirte la perfección… no pasa nada si estudias menos (spoiler: no te ha servido de nada) y ríes más, no pasa nada si un día pruebas el alcohol, no pasa nada si en lugar de tener novio súper joven y que sea tu príncipe azul besas a 551654 ranas, no pasa nada si suspendes, si te caes, si no haces lo que esperan de ti, si tienes ansiedad.


Silvia si quieres tocar perros por la calle, tócalos, y si te muerden que te muerdan, te gustan más que las personas. No pasa nada si tienes que jugar sola, tienes un mundo interior increíble, aunque sientas que no es justo me tienes a mí. Canta, canta fuerte, canta alto, ve a teatro, porque el drama ¡es que lo bordas!


Eres increíble, y aunque sé que ahora no te lo crees, necesito más que nunca que entiendas lo verdad que es todo lo que te digo.Que te adoro, que no estás sola y que jamás lo estarás, que yo cuidaré de ti cuando te sientas perdida, que seré esa voz que te invite a levantar cuando ya no tengas ganas de hacerlo, que te enseñaré a apoyarte en la gente que amas porque tampoco es bueno ir de sola y bohemia por la vida, que aunque no te pueda proteger te haré emerger TODAS las veces, que cuando no puedas dormir hablaremos, que a mí me chiflan tus películas, que no te hagas daño por favor, no necesitas maltratarte para que te quieran, la gente no va a quererte más por dar más pena y quien te quiera así te quiere mal… te quiero entera, y si vas a romperte que sea porque la vida, tan sabia, toma esa decisión por ti y no al revés.

También te quiero rota, también te quiero confusa, también te quiero asustada, y feliz, y te quiero celosa, y ansiosa… y siempre te voy a querer. Y lo más mágico de todo esto es que ni siquiera es porque me obliguen, o porque me obligues, es porque te lo mereces. Yo no voy a poder hacerlo, aunque ahora más que nunca daría todo porque así fuera así que, por mí y por ti, abrázate.                                                                                  Silvia.

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