He perdido la cuenta del día.

¡Hola!


¿Cómo estás?

Ando pensando que el año pasado por estas mismas fechas estábamos recorriendo Croacia de arriba abajo. Más de 3.000 km, cinco casas diferentes y ninguna comida en el mismo lugar.

Y este año… ya sabes dónde estamos este año.

Este es solo un ejemplo más de cómo cambia nuestra vida, a veces de un momento para otro.

No hay que dar nada por hecho que luego viene una pandemia, nos pilla mirándonos el ombligo y nos recuerda lo privilegiadxs que éramos y el poco valor que le dábamos.

Cómo ha cambiado el cuento de un mes para el otro. La economía, el ocio, lo que es prioritario, la salud, la muerte. Esta situación ha hecho visible lo invisible, imprescindible lo que no apreciábamos como tal y esencial aquello que creíamos un derecho.

Mi cuarentena se ha convertido en una pesada tarde de verano. Como una post-siesta eterna en la que todo va lento, en la que te acomodas a tu realidad sabiendo que no es, ni siquiera un poco, la realidad de lo que hay fuera de casa, de tu entumecimiento.

Porque lo que hay fuera de nuestros refugios es doloroso a todos los niveles. Hay gente jugándose el tipo, personas muriendo solas, mujeres maltratadas conviviendo 24/7 con sus agresores, padres y madres separadxs o divorciadxs que no pueden ver a sus hijxs, personas mayores aisladas. La pobreza desmarcándose.

Quizás por todo ello, lo primero que hago todos los días al abrir los ojos es dar las gracias a la vida que estoy viviendo en estos momentos.

Lo segundo es tratar de facilitar la vida a mi gente.

Lo tercero, ser apoyo, acompañamiento y abrazo de todas las personas que me necesitan: amistades, pacientes y ex pacientes que no están en la misma situación que yo y que necesitan oír que lo están haciendo bien.

Estos días estoy meditando mucho para mantenerme serena. Meditaciones informales, breves pero constantes a lo largo del día.

La meditación formal que más practico es la que te comparto como ejercicio:

Dentro-fuera.

Ve a tu lugar del reset.

Te invito a que cierres los ojos y conectes con tu respiración. Al inspirar vas a decir mentalmente: solo esta. Al soltar el aire, vas a decir: respiración:

Solo esta

Respiración

Inhalo

Exhalo.

Cuando hayas hecho 15 respiraciones conscientes, abre los ojos.

Visualiza algo que haya en el espacio donde meditas. Descríbelo en tu mente: tamaño, peso estimado, color, matices del color, para qué sirve, dónde lo compraste o quién te lo regaló.

Al terminar cierra los ojos y vuelve a realizar 15 respiraciones conscientes:

Solo esta

Respiración.

Abre de nuevo los ojos y toma conciencia de los sonidos que hay en tu espacio de meditar. Cuando lo hayas hecho con todos, trata de poner la atención en los sonidos de fuera de tu lugar del reset.

Cierra los ojos y realiza 15 respiraciones más de forma consciente.

Inhalo pensando solo esta.

Exhalo diciendo mentalmente respiración.

Abrimos de nuevo los ojos. Lleva ahora toda tu atención a los olores que aprecias desde tu posición. Enuméralos en tu mente.

Cierra por última vez los ojos. Hacemos las últimas 15 respiraciones.

Inhala diciendo mentalmente solo esta.

Al soltar el aire, respiración.

Deja un comentario